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¿Sabrías reconocer la diferencia entre la ansiedad, el estrés y las preocupaciones? Hoy día, Viviana De Ferrari, Influencer y self-love coach, nos enseña un poco sobre esto.
¿Te has dado cuenta que en los últimos tiempos etiquetamos como generador de ansiedad a la gran mayoría de cosas que vivimos?
Hemos normalizado la palabra a tal punto que “me da ansiedad” o “estoy ansioso” se ha convertido en nuestra descripción cotidiana.
¿Qué crees que generas en tu cuerpo y mente cada vez que te repites esto? ¿Dónde está tu enfoque? en la ansiedad… Y ¿qué crees que logras con eso? que se convierta en todo lo que vez y sientes… Terminas paralizado/bloqueado y esto puede llegar a comprometer tu salud física y mental. Taquicardias, sudor, sube la temperatura, insomnio, molestias digestivas; estos son algunos de los efectos comunes de la ansiedad.
Es clave aprender a diferenciar y entender mis emociones y los factores externos e internos (pensamientos) que las desencadenan para saber de donde vienen y como las detenemos. Con la coyuntura actual sentimos todo esto y más. La buena noticia es que todo esto es producto de tus pensamientos, creencias y experiencias, es decir tu atención (enfoque).
Así como nos volvimos especialistas en inducir este estado de ansiedad y estrés podemos aprender a hacer lo mismo con pensamientos positivos que nos ayuden a mantener la calma y encontrar soluciones creativas para los imprevistos que vivimos día a día.
No importa qué tan nuevo sea lo que leas a continuación. Eres capaz de incluir las técnicas y metodologías que más te resuenen y hagan sentido en tu día a día – hasta convertirlas en hábitos – solo así podrás lidiar con lo que se ponga en tu camino de una manera más segura y eficiente. Date una oportunidad de reconsiderar tu relación con el mundo y la forma en que se nos ha condicionado para que resolvamos nuestros problemas.
La preocupación es un estado de inquietud o temor producido por pensamientos repetitivos y obsesivos ante una situación difícil o un problema: Cuando tu mente se obsesiona con todas las cosas que podrían salir mal, pensamientos negativos y/o resultados inciertos. Cuando nos quedamos mucho tiempo en esta sintonía comenzamos a generar efectos como el estrés…
El estrés es una respuesta fisiológica en nuestro cuerpo y un sentimiento que causa tensión física y emocional, normalmente relacionada con un suceso externo… Una situación o pensamiento que te hacen sentir frustrado, furioso o nervioso.
La ansiedad es una emoción que se experimenta en el cuerpo y la mente. Muchos la sentimos ante una posible amenaza o incertidumbre. Esta tiene una respuesta fisiológica (estrés) y un elemento cognitivo (preocupación). Preocupación + estrés = ansiedad una respuesta natural a la amenaza… sólo que esta no existe.
¿Cuántas veces has armado historias en tu cabeza que jamás ocurrieron, pero te pusieron en un estado de lucha o huida y ansiedad?
Te podría dar la clásica lista que encuentras en todos los artículos sobre la ansiedad, pero además te dejamos con un ejercicio que le cambio la vida a muchísimos de mis clientes, para que tú también lo pongas en práctica:
1. Reduce tu consumo de cafeína, azúcar y alcohol, estos estimulantes nos pueden jugar en contra.
2. Haz algo que disfrutas para ti. Ejercicio, libera endorfinas. Duerme bien, clave para poder sanar y restaurar cuerpo y mente.
3. Reinterpreta y haz afirmaciones positivas, deja de magnificar tus problemas, reflexiona y pregúntate si ¿Realmente es tan grave? ¿Qué puedes hacer para mejorar la situación? Si la respuesta es no, ¿Qué hace que te sigas enfocando en eso que no puedes cambiar en vez de seguir con tu vida? Deja de crear consecuencias imaginarias negativas por si acaso… No te sirve de nada. “no lo sé, ya se verá” es una respuesta que te permite ir soltando eso que te causa ansiedad y no puedes cambiar.
4. Cambia problema por desafío, cuando vez algo como un problema le agregaste la carga negativa y lo convertiste en algo pesado y trabajoso de superar, cuando cambias esa palabra por desafío se abre un mundo de posibilidades, deja de ser una amenaza y se convierte en algo que puede tener múltiples soluciones, te empodera, motiva, y desafía.
5. ¿Qué hacer ante un ataque de ansiedad o pánico?: Cambia tu enfoque y siente, la creatividad es clave para lograrlo; usa todos tus sentidos; escucha música que te relaje, toca y siente las distintas texturas: frota tus manos y pies contra alguna superficie, ¿cómo se siente?. Huele algo que te guste o te traiga buenos recuerdos; haz respiraciones lentas y profundas; baila; salta por unos minutos, saborea algo delicioso. Usa tu imaginación para trasladarte a un lugar seguro que te traiga paz.
Cuando una persona sufre un ataque de pánico o ansiedad, pierde el control. Se les acelera el corazón, la respiración se vuelve trabajosa, puede llegar a hiperventilarse y temblar. Al cambiar el foco de atención logras tranquilizarte, mandar señales a tu cerebro que indican que no estás en peligro, disminuyendo la atención que le dábamos a los síntomas del ataque de pánico disminuyes los síntomas hasta que puedas controlarlo.
Distraerte involucrando tus otros sentidos, esto te regresa al momento presente (aquí y ahora), es decir, mindfulness (consciencia plena).
Un gran ejercicio para practicar y poder controlar tu ansiedad:
Ejercicio de la Inteligencia del corazón, y el “pequeño cerebro” que tenemos ahí.
Este ejercicio lo realizó el científico Gregg Braden y nos enseña que tenemos neuronas en el corazón. Estas juegan un papel fundamental en la resiliencia, nuestra capacidad para asumir con flexibilidad situaciones y superarlas, así reducir la ansiedad.
Estas neuronas sensoriales; recuerdan, piensan y aprenden de manera independiente a las de nuestro cerebro. Lograr conectar la sabiduría del corazón y el cerebro, crea un portal de entrada a los niveles más profundos de nuestra mente subconsciente y a las respuestas que ya existen en ti: Intuición.
Esa conexión la has tenido desde el momento que naciste, solo necesitas ponerlo en práctica para que te des cuenta de que tienes acceso directo a las verdades de tu vida.
Si bien es probable que no puedas cambiar muchas de las situaciones que llegan a tu vida, puedes cambiar la forma de sentir y responder a esas situaciones.
Estos son los 5 Pasos para aprender a confiar en tu instinto y conectar con la Inteligencia del Corazón:
1. Enfócate en tu corazón, lleva tus manos hacia él. Esto manda señales al cerebro y traen la atención a tu mundo interno, dejando el resto afuera.
2. Respira lenta y profundamente, entre 5 y 6 segundos por inhalación y exhalación. Esto le mandara otra señal a tu cerebro diciendo que estás a salvo y en un espacio que facilita tu proceso, mientras las respiraciones van relajando tu sistema nervioso.
3. Siente cosas bonitas, trata de genuinamente conectar con la gratitud, siente amor, apreciación, compasión hacia alguien o algo. La clave del éxito es que tus sentimientos sean sinceros y de corazón. Experimenta y mira de que maneras logras realmente conectar con estas emociones desde el corazón.
4. Hazle una pregunta a la “sabiduría de tu corazón”, en silencio, con una sola oración breve y precisa. Tu corazón no necesita explicaciones y permite que su sabiduría responda de una manera que funcione para ti.
5. Escucha, no hay una forma correcta o incorrecta de recibir la “sabiduría de tu corazón”. Todos lo experimentamos de distintas maneras. La clave aquí es saber qué funciona mejor para tí. Toma conciencia: cómo se siente tu cuerpo mientras haces tu pregunta.
Cada cuerpo se comunica de manera diferente, hay personas que sienten una ola de paz, otros experimentan una comunicación no verbal, otros escucharan palabras además de percibir sensaciones en su cuerpo.
Lo importante aquí es aprender cómo se comunica tu cuerpo contigo. Recuerda que somos únicos y cada cuerpo reacciona de manera diferente.
El momento es ahora… cultiva tu poder para lograr el éxito en tu vida. En este artículo tienes las herramientas para construir un mejor mundo interior. ¡y sí, nadie más puede hacerlo por ti! ¡TU MISMA ERES!
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