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Está comprobado que las personas felices viven más tiempo, son más sanas y tienen mejores oportunidades de llevar una vida llena de satisfacciones y éxito.
Desde nuestros hogares queremos trasladarte mensajes positivos porque todos necesitamos un abrazo y unas buenas palabras, aunque sean virtuales y por eso queremos traerte un post lleno de positivismo.
Si elegimos pensamientos positivos para nuestra mente, nuestra actitud hacia la vida cambia, la actitud positiva despierta felicidad. Y uno puede ser feliz donde decida, no importa dónde se encuentre, ¨Si uno piensa que puede hacer una cosa o piensa que no puede hacerlo, está entonces en la razón ¨.
De ahí, la vital importancia de los pensamientos positivos, porque ellos nos ayudan a crear nuestra realidad. Lorena Salmón autora del blog Queseasmuyfelizoficial nos enseña sobre la importancia de elegir todos los días tener pensamientos positivos.
La mayoría del tiempo nos dejamos llevar por las experiencias del pasado para determinar nuestro presente y dejamos que los fracasos, errores, dolores y miedos nos impidan avanzar. En vez de enfocarnos en todas aquellas veces en las que sí hemos podido salir adelante, sobrepasando retos que jamás pensamos sobrepasar.
¿Por qué sucede esto? Porque nuestra mente tiende a ir hacia el caos.
Necesitamos, entonces, aprender a mejorar la confianza en nuestras capacidades, virtudes, fortalezas y que nada, para nosotros, es imposible.
El pensamiento positivo no se refiere a un optimismo desbordante, si no a un pensamiento flexible y ajustado a la realidad, que siempre está en movimiento. Por eso es importante que te preguntes: ¿qué clase de pensamientos dominan tu mente? ¿Qué clases de pensamiento eliges tener? ¿Son la mayoría positivos o negativos?¿Cuánto crees que influyen en tu realidad?
Aunque no lo crean, los pensamientos tienen mucho poder: pueden evocar una emoción, convocar una respuesta, generar una realidad y podemos quedarnos alimentando ese ciclo vicioso: pienso algo negativo, ese pensamiento me genera una emoción negativa, esa emoción negativa despierta en mi una conducta negativa, esa conducta me genera un pensamiento negativo y así hasta el infinito.
Pensemos: ¿De dónde aprendimos o acogimos nuestros patrones de pensamiento?
Una de las principales influencias de nuestra forma de pensar es heredada directamente de nuestros padres, que han funcionado como modelo de conducta para nosotros.
Así como también lo es nuestro entorno. Pero creo que uno de los factores que más intervienen en nuestra forma de pensar es nuestra propia experiencia: dejamos que el pasado condicione nuestro presente.
Es por eso qué importa tanto cómo queremos interpretar los hechos; independientemente de si una situación es buena o mala, si una persona adopta una perspectiva positiva, se sentirá mejor que si piensa en términos negativos.
Si una mente piensa en función de términos positivos, es una mente poderosa; si nuestra actitud se mantiene positiva podremos alcanzar lo que nos propongamos.
Durante una semana entera, intenten que sus pensamientos sean los más positivos y flexibles de acuerdo con su realidad, piensen en función de las cosas buenas que les suceden por encima de las malas, agradezcan, y si pueden lleven un diario de gratitud: antes de acostarte hagan una lista de tres cosas buenas que les sucedieron durante el día. Verán que mientras más atención les presten a las cosas bonitas, felices y positivas que pasaron, su perspectiva de vida cambiará: la gratitud es poderosa.
Recuerden, cuando nuestra mente se abre al sí, las posibilidades son infinitas, en cambio, si pensamos en función al no, lo que hacemos es edificar paredes en nuestra mente, ponernos límites, no permitirnos ni siquiera probar y fallar. Todos los días tienes la oportunidad de elegir como enfrentar tu día, hoy elige ser tu mejor expresión.
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