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El aislamiento social por la cuarentena es una situación absolutamente nueva para nosotros donde la automotivación será una clave importante para mantener el foco.
Estar en casa realizando trabajo remoto, cuidar de nuestra familia y por supuesto de nosotros mismos , nos enfrenta a adaptarnos a una dinámica distinta haciendo que la mente no esté concentrada y se abrume. ¿Cómo estar presentes y con conciencia plena en tiempos difíciles como este?Toma nota de los siguientes consejos que comparte con nosotros Lorena Salmón autora del blog Queseasmuyfelizoficial.
Hace algunas décadas atrás, el doctor estadounidense Johan Kabbat Zinn importó de su experiencia en templos budistas algunas técnicas de meditación aprendidas para incorporarlas como parte de sus terapias anti dolor. Sus pacientes, la mayoría con dolencias crónicas o enfermedades mentales, encontraron que practicar meditación les ayudaba mucho a manejar el dolor.
Kabbat nombró a estas técnicas mindfulness y sus beneficios eran tantos que la mayoría de los hospitales de Estados Unidos comenzó a incorporarlas también.
Las técnicas de meditación realizadas en mindfulness reducían el estrés, aumentaban la conciencia y mejoraban la salud de forma integral.
Sucede que el mindfulness tiene como principio esencial de vida, el poder observar lo que nos sucede sin juzgar, aceptando las condiciones del momento con la distancia suficiente y sin el drama habitual, para darnos cuenta de qué es lo que podemos hacer para mejorar la situación y qué cosas escapan de nuestro control.
Poder entrenar la atención hacia el momento actual, es indispensable para trabajar nuestro enfoque, así que, te recomiendo esta técnica:
¿Cómo aplicar mindfulness en el día a día?
Un minuto de atención plena: para eso vas a necesitar de un espacio que sea cómodo y esté en calma. Sé que en esta coyuntura es complicado buscar un refugio de paz, pero la idea es que puedas estar quieta un minuto. Sentada cómodamente, espalda recta y con los ojos cerrados, concéntrate en traer la atención a la respiración 1 minuto. Durante 1 minuto mantén los ojos cerrados y percibe cómo estás respirando con conciencia plena, sin hacer trampa.
La atención, como los músculos, se ejercita y se entrena. De acuerdo con la psicóloga Tara Brach, los seres humanos podemos entrenar nuestra atención y cultivar así mejoría emocional, compasión y sabiduría.
De hecho, el poder prestar atención intencional al momento presente, es una herramienta que maximiza el potencial humano.
¿Cómo mejorar la atención?
Presta atención a qué estás atento, es decir, sé muy consiente sobre dónde está tu atención, así te podrás dar cuenta cuando estés distrayéndote y volver a enfocarte en lo que sí tienes que prestar atención.
La mañana, horas que son clave. Es importante hacer las cosas más importantes en la primera hora del día, ya que está comprobado que nuestra mente está más enfocada, y que mejora su atención después del descanso del sueño. Mientras más pasa el día, nuestra atención se va drenando y nuestra capacidad de enfoque perdiendo.
Los seres humanos estamos acostumbrados a habitar ese espacio: aunque no lo crean, pareciera difícil porque uno cuando es víctima sólo sufre, pero en realidad es un lugar común y menos trabajoso de lo que creen.
Cuando adoptamos el papel de víctima, inmediatamente nos hacemos de lado de la responsabilidad en nuestros actos. La víctima piensa en función a: ¿por qué esto a mi? Siempre me pasa lo mismo, qué mala suerte tengo… en vez de; ¿qué puedo aprender de esto que me sucede? ¿cuál es la lección que necesito conocer? ¿en qué debo mejorar? ¿cuál es el cambio que necesito?
¿Cómo generar pensamientos positivos?
Necesitamos hacernos las preguntas correctas y acabar con el drama para tener una perspectiva correcta de la cosas y mejor enfoque en el día a día y automotivarnos, así que aprovechemos este periodo de tiempo para emprender hacia esa nueva versión propia, una donde nos hacemos responsables de decisiones y acciones que tomamos.
Cuando tenemos una intención en mente nuestra energía y recursos se dirigen al cumplimiento de ese objetivo. Dejamos de malgastar nuestros recursos personales, tiempo, talento, energía en cosas que no valen la pena y los enfocamos en eso que nos hará sentir mejor como personas.
¿Cómo crear una intención?
La idea es pensar en metas a corto plazo y medibles, por ejemplo: hoy día no me quejaré de nada, hoy trabajaré en alimentar mi paciencia, hoy día estaré más presente con mis hijos, etc.
Está comprobado científicamente que cuando uno agradece y se siente agradecido, el cerebro produce los mismos químicos que cuando nos sentimos felices o placenteros. Cuando aprendemos a cultivar esa virtud, aprendemos que durante gran parte de nuestra vida hemos subestimado cosas cuyo valor son intangibles: la salud de la familia, compartir tiempo con quienes queremos, estar en calma y sin correr por todo. Estamos más concientes de todo lo bueno que nos rodea, a pesar de que las circunstancias externas no sean las mejores.
¿Cómo empezar un diario de gratitud?
Te propongo lo siguiente: todos los días, antes de irte a dormir, cierra los ojos y piensa en tres cosas bonitas que te hayan pasado ese día; que tu comida salió deliciosa, el abrazo de tu hija, lo que se te ocurra. Hazlo por todo el tiempo de cuarentena y verás cómo te sentirás mejor.
¡Así que empezamos por dar gracias hoy! Recuerden poner en práctica estos 5 consejos que te ayudarán a enfocar la energía en los pensamientos correctos, que te ayudarán a vivir el presente día a día, con conciencia plena y de una manera más positiva.
Descárgalos aquí para que los puedas aplicar cuando quieras.
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